miércoles, 17 de diciembre de 2008

Una idea sobre cómo motivar la formalidad

Como peruanos de a pie pero formales, qué hacemos con las boletas que recibimos por nuestras compras? ¿No es esta una contribución mínima pero válida para que la rueda siga funcionando? Porqué nuestras boletas se van al tacho? A veces ni las recibimos porque no nos queremos llenar de papeles o porque nos da flojera llegar al primer balde de basura. 

Porqué el "sistema" no retribuye de alguna manera nuestras compras formales? Para combatir la informalidad pareciera que se necesita más creatividad que estudios. No existen beneficios para los formales. Lo que si existe es la percepción de un mal uso de los ingresos que el estado recibe. 
 
En las urbes más desarrolladas, las pocas que ahora tiene el Perú, pero que concentran la mayor parte de nuestro PBI, los compradores formales podríamos esperar, por ejemplo, una mejor atención en salud, una mejor educación pública, una reducción del impuesto a la renta en función al volumen de nuestro aporte al sistema.

El éxito de este cambio permitiría ir replicando el ejemplo en el resto de ciudades en orden de prioridad. Sinceramente hasta ahora no se encuentra un sustento claro que haga que el Perú llegue al 6% de crecimiento el 2009 a excepción de un impecable manejo macro económico que debemos darlo por sentado con la experiencia que tenemos sobre esta materia. Es tiempo de desmenuzar el pescado y hablar también de "indicadores de a pie".




 

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